viernes, 28 de septiembre de 2012

Nuevo Gimnasio

Hace medio año aproximadamente he leído en Gente un artículo de Pepa Belmonte sobre los gimnasios y me llamaba atención que precisamente del mundo alternativo viene una reflexión que los gimnasios jugaban antes y ahora. En toda mi trayectoria he leído muy pocas veces algo sobre la evolución de los gimnasios. Y así me gustaría añadir con una reflexión mía mi visión sobre este tema, que he conseguido durante muchos años de practica, estudios y enseñanza en el mundo de los gimnasios y la cultura física.

El origen de los gimnasios es Grecia, siendo los gimnasios entonces ubicados en Atenas que servían como lugar de reunión para ejercitar el cuerpo y ejercitar la mente con diálogos filosóficos en una reunión de amigos. Sócrates, Platón y Aristóteles frecuentaron estos gimnasios. El perfeccionamiento del hombre ha sido entonces todavía integral, expresándose el espíritu de una cultura integral del hombre en la frase
"Mens sana en Corpore sano". Los romanos en cambio se dedicaban ya más a los placeres del cuerpo en sus balnearios y el cristianismo de la edad media en cambio estaba a espaldas de la cultura del cuerpo.



En Occidente, el siglo XX es un siglo de especialización y desintegración del hombre, producido por la revolución científica y técnica que obligaba de especializarse a una dimensión de si mismo. Ya en la escuela te forman en este sentido. O vives físicamente, o intelectualmente o emocionalmente. Además todos estos grupos se desprecian entre si. Cuantas veces he oído de parte de intelectuales o artistas que ejercitar sus músculos es algo despreciable para la mente o viceversa. Muy pocas personas ejercitan su cuerpo para la armonía de todas su dimensiones.
Hace aproximadamente 60 años un pequeño grupo de culturistas se reunieron todos los años en la playa de Venice Beach de Santa Monica de California para medir la belleza plástica de su cuerpo en competiciones culturistas femeninos y masculinas. El culturismo tenía un rápido crecimiento mundial y se transformaba en una actividad muy popular llamado Fitness y Aeróbic. Hoy en día hay muchos miles de gimnasios en el mundo entero con millones de practicantes. Pero la esencia ha quedado la misma. Competición, ser mejor que el otro, ganar dinero, seguir patrones impuestos de la moda del cuerpo a favor de intereses comerciales y tener su mente solo guiada por un pensamiento de mercado. Lo que no se daba la gente cuenta que este pensamiento "competitivo", impuestos de otros, solo te crea un ego bloqueando energéticamente y dejando fluir tus energías negativamente, lo que te produce emociones negativas como el estrés, agresividad, insomnio, pesimismo, miedos, intranquilidad, desesperación etc.


Hace unos años encontré actividades orientales de una tradición milenaria, hasta entonces desconocidos para mi, como el yoga, zen, taichi, el tantra que son realmente diferentes formas de meditación. He aprendido que la meditación, vivida en todas las actividades físicas del día, me promociona una consciencia emocional del presente, del aquí y ahora, permitiéndome vivir conscientemente en armonía el flujo energético que pasa a través de mi en todo momento. He podido encontrar la armonía con migo mismo y así la armonía con los demás. Vivir relajado y en paz.


Lo que yo deseo de un gimnasio es que sea un lugar que me ofrece la posibilidad de desarrollarme integralmente en todas las dimensiones energéticas y físicas de mi ser, para alcanzar y mantener una salud de mi cuerpo material, algo que deseamos todos.

Arim Zmork Bauer

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